Son las diez de la mañana, todavía tengo la cara hinchada y los ojos pegoteados de tanto dormir. A estas altas horas de la mañana sigo en pijama, pantuflas y despeinada (como es mi costumbre). Mientras escribo y me tomo unos matecitos mi única preocupación es la siguiente: “Nos estamos quedando sin yerba. Por suerte alcanza para una tanda más. Lo bueno que dentro de unos días llegan los viejos con un contrabando de mi yuyo predilecto”. Qué lindas son las vacas!
El lunes los tengo a mis papás de visita. Después de casi dos años sin verlos, es todo un acontecimiento! Les pedí unas cuantas cosas para que me traigan: zapatos (si por mi fuera me traen la zapatería entera), yerba, alfajores, etc. Les hubiese dicho que me traigan algunas otras pero temo que se les complique: un asadito con amigos, el clima argentino, una tarde de mates y facturas con amigas, el corte de pelo que sólo logra mi peluquero amigo, un lengüetazo de Cartucho, un paseo por Av. Santa Fe, facturas calentitas recién salidas, mi vida social… La lista sigue, pero mejor la dejamos ahí no vaya a ser cosa que me agarre un ataque de extrañitis aguda.
Miremos el vaso medio lleno, estoy de vacaciones, vienen mis papis, unos lindos pares de zapatos nuevos y me espera un buen atracón de alfajores. Iupi!
P. D: puse un contador de visitas, lo vieron? Da pena el pobre con tan bajito número. Estuve tentada de agregarle uno de tres cifras, pero me contuve. Cómo hago para no entrar cada medio milisegundo y aumentar el número de visitas?!