Se acuerdan que al Chavo le agarraba la garrotera y se quedaba paralizado como una estatua? Bueno, he sabido lo que es experimentarla en carne propia. El estrés de la facultad, “el exilio ” y todo lo que implica, la incertidumbre de mi maternidad, mi gran sobre exigencia, etc. han hecho una especie de cóctel explosivo y así he estado: paralizada. Me he tomado unas mini vacaciones del blog y si hubiese podido hubiese pedido un “time out” o un “pido” a mi propia vida.
En fin, luego de haberme acomodado un poco las ideas (un poco, no se crean que tanto…) acá estoy, entusiasmada, con fe y unas renovadas ganas puestas en todo lo bueno que me espera.
Estoy de vuelta y reloaded.